Bajo el liderazgo de Winston Churchill, Gran Bretaña sigue la lucha ella sola, con el lema del no nos rendiremos. Cerca de 350.000 hombres, pertenecientes a las tropas aliadas, tienen que ser rescatados de Dunkerke, la moral británica no había estado nunca tan baja. En la antesala del fracaso, pese al heroísmo de la RAF en la derrota del Luftwaffe, con Francia derrotada, los USA sin implicarse en la contienda y el pacto de Rusia con Hitler aún en vigencia, Gran Bretaña se encuentra sola, salvándose gracias a la decisión de Hitler de emprender su ofensiva contra Rusia.