Hace 40 años, con un parque automovilístico reducido, morían en carretera 1.000 personas por cada millón de vehículos. En estos momentos estamos hablando de 61 víctimas mortales por cada millón de coches que circulan. Ésta es, sin duda, una de las buenas noticias que nos ha deparado el nuevo año. Las cifras han pulverizado algunos tópicos, por ejemplo el que atribuye a los jóvenes una responsabilidad mayor en los accidentes. Lo cierto es que el descenso de muertes más importante se ha producido, precisamente, entre los menores de 24 años. Y son las personas maduras las que, al afianzar hábitos y costumbres de siempre, se muestran menos receptivas a los nuevos mensajes de tráfico. 9/01/2010.