En el mundo se efectúa un cuarto de millón de adopciones al año. Pero, ¿qué ocurre cuando estos niños adoptados se convierten en adultos y deciden buscar a sus familias biológicas? Por naturaleza, este tipo de reencuentros están llenos de emociones, pero hay un sentimiento inesperado que está haciendo que gente normal se encuentre en una situación realmente insólita. Son personas corrientes que se han visto inmersas en una aventura amorosa con un hermano o hermana, o un padre o una madre, desconocidos hasta un momento a causa de una adopción. Muchos lo ocultan, pero otros han decidido sacar a la luz estas relaciones poco comunes para defender su derecho de estar juntos, lo que nos hace preguntarnos si el incesto es el último tabú de nuestra sociedad.