A lo largo de toda la historia de nuestro Sistema Solar se han producido catástrofes colosales. Viajamos atrás en el tiempo para investigar los violentos acontecimientos que moldearon los planetas de forma radical, la Tierra incluida. Enumeramos solo algunos: el desastre que transformó Venus de un planeta agradable a uno infernal, el impacto que causó estragos en el manto de Mercurio y lo convirtió en un núcleo planetario, la enorme perturbación que reubicó las órbitas de los gigantes de gas, las colisiones descomunales sobre Júpiter, el motivo por el que Marte pasó a ser un territorio árido y hostil o cómo una luna perdida podría darnos una explicación definitiva sobre los anillos de Saturno.