Una de cada 5.000 mujeres nace sin vagina, afectadas por lo que médicamente se denomina Síndrome de Rokitansky. Este es el caso de Sonia, una joven de 21 años, natural de Cartagena, que a los 17 años descubrió que no tenía ni útero ni unos genitales femeninos completos. Desde el momento en el que lo descubrió, Sonia ha sufrido continuas depresiones y se ha convertido en una persona introvertida y dependiente.