Actualmente existe una raíz de la familia Tupaq Amarö en Polonia. Esto se debe a que un aventurero europeo, el polaco Sebastian Berzeviczy, se casó con una princesa Inka, descendiente de los últimos incas del siglo XVI, y tuvieron una hija llamada Umina, como su madre, quien a su vez se casó con un sobrino de Tupaq Amarö II y tuvieron un hijo llamado Antonio. La Corona Española los persiguió implacablemente durante su fuga por Europa (junto con un grupo de emisarios de los Incas). No lograron matar a Antonio Tupaq Amarö Berzeviczy, pero sí asesinaron a sus padres. Para salvar al niño le cambiaron su identidad por la de Antonio Vanglack Benesz y fue adoptado por su tío abuelo. Antonio murió en 1877 y dejó dos hijos: Ernest y Wilhelm.
Se sabe más de los descendientes de Ernest, pues su hijo llamado Jan se interesó sobre su ascendencia inca, pero el hijo de Jan, llamado Andrzej Benesz resultó ser el más interesado en investigar lo relacionado sobre su ascendencia peruana inca, de la cual se sentía orgulloso. Por eso descubrió varios documentos irrefutables e incluso el 31 de julio de 1946 halló un quipu (khipu) enterrado debajo de la puerta de entrada del castillo de Niedzica, sacándolo en presencia de las autoridades y arqueólogos polacos. Andrzej Benesz, cuando tenía programado hacer más investigaciones de sus antepasados y viajar al Perú murió en un accidente de tráfico en febrero de 1976. Andrzej Benesz murió cuando era Vicepresidente del Parlamento Polaco y Presidente del Partido Democrático de Polonia.