Son la personificación del poder femenino y del deseo de los hombres. Viven en un mundo de hombres, pero juegan con sus propias reglas. Son buenas o malas, pero nunca son feas; son las superheroínas.
Son la personificación del poder femenino y del deseo de los hombres. Viven en un mundo de hombres, pero juegan con sus propias reglas. Son buenas o malas, pero nunca son feas; son las superheroínas.