Durante milenios, el hombre ha ido dando forma a los perros según sus propias necesidades: para cazar, para controlar sus rebaños, como guardianes, para su comodidad. Pero en 1873, con la fundación del club británico Kennel, todo cambió. Los perros empezaron a ser moldeados no para un propósito sino meramente para conseguir una apariencia y lucirlos al exhibirlos. Comenzaron a estandarizar a los perros por razas individuales y a permitir el cruce entre animales de la misma raza, nunca entre razas cruzadas. Está científicamente demostrado que este sistema causa terribles problemas para la salud de los perros, incluso trastornos genéticos, deformidad, invalidez, epilepsia o a la propia muerte, pero el club Kennel sigue manteniéndose firme en su idea de la pureza como algo sagrado y venerable. Y aunque popularmente las razas cruzadas se consideran inferiores, las compañías aseguradoras sí están al tanto de la realidad y cobran hasta tres veces más por un seguro si corresponde a un perro pura raza.
Este documental revelará por primera vez el que promete ser uno de los escándalos de nuestro tiempo: el de los perros de pedigrí. ¿Puede la obsesión por la belleza disminuir la calidad de vida de los animales?