Cuando los estadounidenses piensan en sus soldados y el holocausto, se imaginan jóvenes liberando campos de exterminio. Nunca se imaginan a los soldados estadounidenses siendo víctimas de la Solución Final nazi. Pero en un lugar llamado Berga, los prisioneros de guerra norteamericanos fueron justamente eso, trabajaban y morían como esclavos en uno de los campos de concentración más secretos de Hitler. Ésta es su historia.