Aturden, debilitan y hasta inmovilizan… pero no está hechas para matar. Resultan muy útiles para controlar y dispersar a multitudes enfurecidas, o incluso para atrapar con vida a los criminales más peligrosos del planeta.
Aturden, debilitan y hasta inmovilizan… pero no está hechas para matar. Resultan muy útiles para controlar y dispersar a multitudes enfurecidas, o incluso para atrapar con vida a los criminales más peligrosos del planeta.