La vida privada de Hitler era uno de los secretos mejor guardados del Tercer Reich. El público solo supo de la existencia de su esposa tras su muerte, pero Eva Braun estuvo lejos de ser la única mujer de la vida de Hitler. Una de las antepasadas de Heinrich Himmler fue quemada en la hoguera en el siglo XVII acusada de brujería. Adolf Hitler jamás hubiera creído que él mismo era judío. Erwin Rommel abandonó a la madre de su hijo ilegítimo. Albert Speer era un mentiroso patológico.