Las aguas del Pacífico Norte que rodean Isla Vancouver, en Canadá, son un mundo extraño y poco conocido. El agua de la zona es de una limpieza increíble, el lugar está aislado y unas grandes fumarolas hidrotermales calientan el entorno, por lo demás frío. La combinación de estos factores hace que tanto los animales como las plantas alcancen un tamaño desmesurado.