En enero de 1953, en la víspera de su muerte, Stalin identificó a un nuevo enemigo imaginario: los médicos judíos. Organizó la campaña antisemita más violenta de cuantas acontecieron en la URSS, el conocido como complot de las batas blancas, por el que se acusaba a una serie de médicos de conspirar para matar a los máximos dirigentes del régimen soviético.
Esta casi desconocida trama política, urdida con éxito por Stalin, convirtió a los judíos en los nuevos enemigos del pueblo. Puso de manifiesto la extraordinaria paranoia del mandatario y una compulsión por manipular a todos aquellos que lo rodeaban.
Los hijos y amigos de las principales víctimas relatan, por primera vez, sus angustiosas experiencias en relación con estos terribles acontecimientos. Gracias a nueva documentación encontrada, el programa destapa los crueles métodos de una conspiración maquiavélica que pone de relieve el totalitarismo de aquel régimen.