Los Caballeros Templarios defendieron Tierra Santa. Sus instrumentos fueron el derramamiento de sangre y la oración. Fundada en el siglo XII esta orden de monjes guerreros fue una fuerza imbatible casi durante 200 años, después cayeron en desgracia, juzgados por herejía fueron acusados de practicar extraños rituales, sus delatores afirmaban que escupían a la cruz, adoraban a una cabeza humana cortada y practicaban actos sexuales perversos. Fueron disueltos y su Gran Maestre fue quemado en la hoguera. Desde entonces su nombre ha conllevado un aire de misterio y romance.