La reforma sanitaria en EE.UU. es un compromiso de Barack Obama y se ha convertido en el principal obstáculo de su mandato. Choca con la oposición de los republicanos, de parte de la opinión pública y ha provocado divisiones en sus filas. Una resistencia que tiene mucho que ver con los valores de la sociedad americana: su rechazo al intervencionismo del Estado y su defensa del derecho a elegir. Una parte considerable de los 47 millones sin seguro son jóvenes que no creen que lo necesiten o adultos que no lo consideran una prioridad.