Todos los días, los animales migratorios de todo el mundo realizan extraordinarios viajes, arriesgándolo todo en pos de algo más preciado que su propia vida: la procreación y la crianza de la prole, la próxima generación de viajeros. Desde las rocosas playas de las islas Malvinas y las densas selvas de Costa Rica y Australia, hasta la desolada sabana del sur del Sudán, innumerables animales se aventuran en viajes eternos, empeñados en su propia supervivencia, y en la de su especie.