John hace equipo con los Needham, una familia entera de creativos inventores de garaje que vive en Reno (Nevada). Juntos, diseñan y construyen un aparato extraordinario al que bautizan el “brincador lunar”, que usa bicicletas para propulsar por los aires a los que las montan alrededor de un círculo de 36 metros. Su colaboración es una celebración de la familia y el ingenio tradicional.