El cuarto país más poblado del mundo, Indonesia, es hoy el paradigma de los efectos perniciosos del crecimiento demográfico desmedido, que está generando un desequilibrio en la explotación de materias primas.
El cuarto país más poblado del mundo, Indonesia, es hoy el paradigma de los efectos perniciosos del crecimiento demográfico desmedido, que está generando un desequilibrio en la explotación de materias primas.