Las cruzadas surgen como una serie de campañas militares -realizadas a petición del Papado- durante los siglos XI y XIII contra los turcos y sarracenos para la conquista de Tierra Santa. Sin embargo, las cruzadas no fueron una guerra entre la Cristiandad y el Islam, sino más bien un caótico enfrentamiento por el poder y la riqueza que llevaron a cabo gobernantes y reinos por su cuenta. Todo ello provocó una matanza de la población civil de Jerusalén que todavía se recuerda hoy en día.