Arqueólogos alemanes han encontrado los restos del palacio de la legendaria reina de Saba en la localidad de Axum, en Etiopía, y desvelado con ello uno de los mayores misterios de la antigüedad, según anunció hoy la Universidad de Hamburgo. “Un grupo de científicos bajo la dirección del profesor Helmut Ziegert ha encontrado durante una investigación de campo llevada a cabo esta primavera el palacio de la reina de Saba, datado en el siglo X antes de nuestra era, en Axum-Dungur”, señala un comunicado de la citada universidad.
La nota subraya que “en ese palacio pudo estar custodiada durante un tiempo el Arca de la Alianza”, donde, según fuentes históricas y religiosas, se guardaban las tablas con los Diez Mandamientos que Moisés recibió de Dios en el monte Sinaí. Los restos de la residencia de la reina de Saba fueron hallados bajo el palacio de un rey cristiano.
“Las investigaciones han revelado que el primer palacio de la reina de Saba fue trasladado poco después de su construcción y levantado de nuevo orientado hacia la estrella de Sirius”, destacan los arqueólogos de la Universidad de Hamburgo.
Estos presumen que Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalén, fue quien ordenó levantar el palacio en su lugar final. Los arqueólogos alemanes destacan que en ese palacio había un altar, en el que probablemente reposó el Arca de la Alianza, que según la tradición era un cofre de madera de acacia recubierto de oro.
Las numerosas ofrendas que los científicos germanos encontraron en torno al lugar donde debió de estar el altar han sido valoradas por los expertos como una clara señal de que la especial relevancia del lugar se ha transmitido a lo largo de los siglos. El equipo en torno al profesor Ziegert estudia en Axtum desde 1999 la historia de los principios del reino de Etiopía y de la iglesia ortodoxa etíope. “Los resultados actuales indican que, con el Arca de la Alianza y el judaísmo, llegó a Etiopía el culto a Sothis, que se mantuvo hasta el siglo VI de nuestra era”, afirman los arqueólogos germanos.
Dicho culto, relacionado con la diosa egipcia Sopdet y la estrella Sirius, traía consigo que “todos los edificios de culto se orientasen hacia el nacimiento” de esa constelación, comenta la nota universitaria. Finalmente revela que “los restos encontrados de sacrificios de reses vacunas son una característica también” del culto a Sirius practicado por los descendientes de la reina de Saba.