Un grupo de investigadores de la Universidad de Otago de la rama de psicología están llevando a cabo experimentos para descubrir si los perros son capaces de detectar emociones en las personas. A algunos de estos perros se les han mostrado imágenes de bebés riendo, llorando y balbuceando, mientras que otros han recibido una orden oral concreta por parte de personas con expresión seria o con expresión alegre.