Durante 4.500 millones de años la evolución animal se ha basado en dos hechos: adaptarse o extinguirse. Aquellas especies que no se han adaptado, han desaparecido y las que lo han logrado lo han hecho de los modos más curiosos y espectaculares que se puedan imaginar: insectos, reptiles, anfibios, pájaros y mamíferos han desarrollado ingeniosos sistemas de camuflaje, señales de peligro, armaduras y otras estrategias para lograr su supervivencia.