Tokio es una de las grandes metropolis del mundo y una victima de su propio éxito. Atestada, ruidosa y cara la ciudad se esta reinventando así misma de cara a la era de la información. Ha llegado la hora de realizar un atrevido experimento. Un tráfico más fluido, calles espaciosas y comunicaciones de alta velocidad están convirtiendo a este antiguo lecho marino en la ciudad del futuro.