En China son más de 50 los delitos que se castigan con pena de muerte. Hasta marzo del 2012,existía un programa entrevistaba a presos antes de su ejecución. Las autoridades chinas lo autorizaban por su carácter ejemplarizante. Este programa era seguido por más de 40 millones de personas, pero tubo que ser retirado tras adquirir notoriedad global.