En 1483, el heredero del trono de Inglaterra Eduardo, de 12 años de edad, y su hermano menor Ricardo, desaparecieron de la Torre de Londres. Se creyó que habían sido asesinados. Fue un suceso que cambió el curso de la monarquía británica. Su tío, Ricardo III, siempre ha sido señalado como autor del crimen. Asesinando a los niños, el trono sería suyo. Pero las actuales investigaciones del caso ponen en duda esta acusación largo tiempo sostenida. Estudiamos los motivos de otros dos sospechosos para intentar averiguar quién pudo ser el autor.