En los Juegos Olímpicos, el dinero es tan importante como lo es el deporte. Puede amasarse una fortuna entre promociones, patrocinios, derechos de emisión y la construcción de las propias sedes olímpicas. En el caso de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, se puede ganar todavía más dinero que nunca, sobre todo si eres amigo del Presidente Putin.
Los Juegos de Invierno de 2014 le han costado a Rusia la friolera de 50 mil millones de dólares, convirtiéndolos en los más caros de la historia. Los encargados de la vigilancia anticorrupción aseguran que serán los ciudadanos de a pie los que acabarán pagando la factura de estos excesos y no los inversores privados, como ha sugerido Putin.
Viajamos a Sochi para investigar las denuncias de corrupción y las comisiones ilícitas, conocer una de las sedes olímpicas más caras jamás construidas y hablar con sus habitantes, quienes han sido apartados a un lado para dejar sitio para las montañas de dinero del señor Putin.