En Noviembre de 1998, un cohete Protón ruso parte al espacio con un módulo espacial de fabricación rusa. Dos semanas después, el transbordador Endeavour despega con un módulo estadounidense. El 6 de Diciembre de 1998, el transbordador alcanza la pieza rusa en el espacio y conecta los 2 módulos. La Estación Espacial Internacional se convierte en realidad. En los próximos años, esta estación seguirá creciendo hasta superar las 450 toneladas de peso. Se trata de la colaboración más destacada en tiempos de paz de toda la historia.
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