Wim Hof ha despertado el interés de la comunidad científica al demostrar que es capaz de utilizar la meditación para permanecer 1 hora y 53 minutos sumergido en hielo sin que su temperatura corporal se vea afectada. Desde esa hazaña, ha escalado el Everest en pantalones cortos, ha resistido el mal de altura, ha completado una maratón en el desierto de Namibia sin beber nada de agua y ha demostrado científicamente que es capaz de controlar su sistema nervioso autónomo y su sistema inmunitario a voluntad.
Prácticamente todas sus proezas se creían imposibles antes de que las llevara a cabo y, sin embargo, Wim no es ninguna anomalía de la naturaleza.
Para demostrar que cualquier persona puede aprender su método, Wim invitó a Matt y a Daisy-May Hudson a subir un monte helado en pantalón corto asegurándoles que no pasarán frío. Cuando Matt y Daisy aceptaron someterse a su entrenamiento, no tenían ni idea de que iban a embarcarse, de mano del Hombre de hielo, en un viaje psicodélico por Europa, en la frontera entre la ciencia, la espiritualidad y el misterio.