El 24 de julio de 2013 el Tren Alvia procedente de Madrid con destino Santiago de Compostela descarriló a sólo 4 kilómetros de la parada. El accidente dejó un saldo de 79 muertos y 140 heridos, 20 de ellos muy graves. Fue el accidente ferroviario más grave ocurrido en España en los últimos 40 años.
Un año después, la investigación judicial continúa y no se centra solo en un despiste del maquinista que estaba hablando por el teléfono móvil en el momento del accidente. A nivel político, ni el Partido Popular (PP) ni el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) aprobaron crear una comisión de investigación sobre el accidente.
A nivel judicial, los magistrados Luis Aláez y Andrés Lago no se han quedado sólo con la teoría del exceso de velocidad y el despiste del maquinista y ha imputado a 11 exdirectivos de la empresa pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), porque consideran que deberían haber previsto el accidente y regatearon con la seguridad.
Las víctimas por su parte se sienten desamparadas y tras unirse en un par de asociaciones han denunciado que se sienten abandonados por el Gobierno y han pedido que no acudan a los actos de homenaje porque serán abucheados. Además los vecinos del barrio de Angrois que acudieron a auxiliar a las víctimas mientras no llegaban los servicios de auxilio, también han criticado a la clase política que acudió a hacerse las fotos y luego los dejó a todos olvidados.
‘Punto de Mira’ acude al acto de homenaje a Santiago de Compostela, a hablar con las víctimas, con los vecinos de Angrois y con expertos en el caso para conocer todos los claroscuros del accidente ferroviario más grave de España desde que se instauró la democracia.
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