En el área del sur de Boston, unos adolescentes en busca de nuevas sensaciones comenzaron a consumir un potente analgésico llamado Oxycontin, sin darse cuenta de lo rápidamente que se engancharían a esta droga. Cuando no pudieron costearse estas pastillas, se pasaron al sustituto más barato, pero mortal: la heroína. Ahora, los padres de la comunidad tratan desesperadamente de romper la cadena de adición y mantener vivos a sus hijos. En este documental veremos el testimonio de varias familias que se enfrentan día a día a esta droga.