En 1969 Estados Unidos da la bienvenida al nuevo presidente: Richard Nixon, quien pretendía reducir la amenaza de la Guerra Fría, sobre todo tras la crisis de los misiles en Cuba. Para ello, uno de sus planes era la reducción armamentística de las dos principales superpotencias: Estados Unidos y Rusia, pero encontraría una fuerte oposición. A este periodo de la Guerra Fría se le conoció como la distensión.