En Fulton Missori, una tranquila ciudad en el medio oeste de Estados Unidos, las cosas no han cambiado mucho desde 1946, aun no había pasado un año desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial cuando Falton izó las banderas para dar la bienvenida a Winston Churchill, pero este era portador de un sombrío mensaje para el resto del mundo: “Desde Stettin a orillas del Adriático… un telón de acero ha caído en todo el continente. Tras esta línea… han quedado las capitales de los antiguos estados de Europa central y occidental Praga, Viena, Budapest, Bucarest y Sofía. Todas esas famosas ciudades y las poblaciones que las circundan… están bajo lo que tengo que denominar ‘la esfera soviética'”. Este discurso no fue muy bien recibido en los Estados Unidos, pensaron en el parlamento que era un discurso demasiado duro, y el presidente norteamericano recibió algunas criticas haber invitado a Churchill, es una muestra de como cambia la historia, ahora es uno de los mejores discursos que se haya hecho jamás por que contribuyó a advertir al mundo sobre peligro que entrañaba el engrandecimiento soviético.