Después de la Guerra de Vietnam, Oriente Medio continuó siendo fuente de conflicto. Egipto, a pesar de su teórica neutralidad, luchó contra Israel, equipado y asesorado por los soviéticos. La tensión entre Estados Unidos, aliados de Israel, y Egipto, acabó estallando durante la Guerra del Yom Kippur (1973), en la que la amenaza de una intervención directa de la URSS en Oriente Medio obligó a los EE.UU. a una movilización masiva de sus fuerzas militares. Estos conflictos abrieron una turbulenta fase de la Guerra Fría en el Tercer Mundo, ya que la URSS constituía una amenaza para los intereses de EE.UU. que se basaba en la paridad nuclear que habían logrado.