Segunda ley de Kepler: una recta imaginaria desde el Sol a un planeta barre áreas iguales en intervalos de tiempos iguales. Esta ley de las áreas iguales se aplica también a los vórtices de los huracanes, de las tormentas de fuego, e incluso a los desagües de las bañeras. Y en el centro de ese movimiento turbulento, está la ley de conservación del momento cinético.