De la mano de los tres verdugos -“ejecutores de setencias”- existentes en la España durante los primeros años setenta, se explora una zona particulamente oscura de la Dictadura. Más allá del alegato contra la pena capital, la película indaga en la historia personal de los tres protagonistas y sus maneras de entender el oficio que desempeñan, de los ajusticiados por ellos en el garrote vil y de sus virtudes, de los crímenes que se castigan, de lo que piensan los expertos. Un retrato atroz de la sociedad en que se desenvuelven. Una reflexión implacable sobre el poder.