En Haití, tras el terremoto de enero de 2010, en el que fallecieron más de 200.000 personas, son permanentes las ceremonias para liberar a los muertos de los espíritus que impiden su reencarnación. Son ritos que forman parte del vudú, la religión mayoritaria y oficial del país. Los rituales de vudú se intensificarían hasta que el 13 de enero de 2011, cuando se cumplía un año y un día del terremoto, los familiares puedan hablar con los fallecidos. Un equipo de Informe Semanal ha visitado Haití para ver de cerca la influencia del vudú en la vida de sus habitantes. Ha estado con Max Beauvoir, el jefe máximo del vudú haitiano; ha visto los solemnes ceremoniales de esta religión y ha investigado el lado más oscuro del vudú: el de la zombificación o muertos vivientes.