Vladimir Putin ha sido reacio a mostrarse en público y a conceder entrevistas, lo que, unido a su pasado como espía de la KGB, hace que se conozca poco sobre él. Con dosis en gran parte contradictorias de defensa de la democracia y las libertades, autoritarismo evidente, apoyo a la economía de mercado y a la economía dirigida y exaltación de los valores nacionalistas y militares, Putin se ha metido a gran parte de la población rusa en el bolsillo.