En toda Sudamérica la anaconda es un animal mítico. Este reptil se convierte en el auténtico señor de los pantanos y guardián de los lagos. Sin embargo las anacondas no son los únicos dueños de estos dominios acuáticos. En los Esteros del Iberá, en el norte de Argentina, la anaconda amarilla debe compartir su reino con otro terrorífico reptil: el caimán. Viven en el mismo ecosistema, se alimentan de los mismos animales… y, en ocasiones, luchan entre ellos por su propia supervivencia.