En 1924, Adolf Hitler escribió: «Un estado que se oponga a la contaminación racial acabará finalmente por dominar la Tierra». ¿Cómo podía Hitler conquistar Alemania? Nada parecía predestinar a ese estudiante mediocre y artista fracasado a convertirse en el dictador de Alemania, el Führer. La Gran Guerra de 1914-1918 lo convirtió en un racista furibundo, dominado por una visión y una misión: salvar Alemania.