Sobre los campos de maíz del estado de Iowa, en Estados Unidos, el vuelo 232 de United Airlines tiene graves problemas. A 11.500 metros de altura, uno de los tres motores del DC-10 ha estallado, provocando la pérdida de los tres sistemas hidráulicos, una de las averías graves que puede sufrir un avión. Sin sistema hidráulico, la única salida de los pilotos es intentar un arriesgado aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Sioux City, utilizando los dos motores restantes para controlar el avión.