Los tesoros y las sonrisas de Camboya ocultan un sinfín de contrastes, de historias humanas ejemplares en ambientes de miseria, de situaciones chocantes extremadamente divertidas o dramáticas, de lugares donde los viajeros pueden vivir experiencias inolvidables. Recorrer los caminos de Camboya con los ojos bien abiertos nos ha permitido conocer una realidad que a veces resulta dura. Pero no hemos querido rechazar las emociones fuertes.
Esta semana Buscamundos les invita a un viaje insólito: visitaremos templos milenarios olvidados en las orillas del Mekong y aldeas flotantes cuyas gentes jamás pisan la tierra. Les ofrecemos un envidiable festín de saltamontes, ranas, culebras e incluso huevos de pata incubados, hervidos con el polluelo a medio formar.
Entramos en un cine ocupado por medio millar de desheredados que viven en la oscuridad, y donde quisieron regalarnos una niña huérfana. Denunciamos la repugnante industria de turismo paramilitar.
Y, finalmente, les mostramos la actuación de los detectives de una organización humanitaria que se dedican a combatir la pederastia, vigilando a los turistas sexuales.