Gallipoli se ha convertido en el símbolo de la pérdida y la inutilidad de la lucha durante la Primera Guerra Mundial. La infame campaña, en gran medida planificada por Winston Churchill, tenía como objetivo apoderarse de Turquía y abrir líneas de abastecimiento hasta Rusia, pero fracasó estrepitosamente y a un precio muy alto. Durante la campaña, que tuvo una duración de 9 meses, 46.000 soldados aliados perdieron la vida.