Sólo el 7% de la Gran Barrera es arrecife de coral. El resto es una variedad de hábitats interconectados, entre los que se encuentra la selva más antigua del planeta, cientos de islas y misteriosos jardines situados en aguas profundas, todos ellos repletos de asombrosas formas de vida.
Una gigantesca laguna localizada en las aguas más profundas une todos estos parajes y a las extraordinarias criaturas que viven en ellos, una conexión sin la que el arrecife de coral no podría sobrevivir.