Treinta mil soldados británicos y doce mil soldados estadounidenses fueron desplazados a lugares desconocidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Tras la finalización de la Guerra de Vietnam, novecientos soldados estadounidenses fueron vistos con vida por varios testigos, antes de desaparecer sin dejar rastro. Por otra parte, varios cientos de miles de supervivientes europeos de los campos de concentración nazis, principalmente holandeses, belgas y franceses, desaparecieron en la Unión Soviética después de la II Guerra Mundial. A día de hoy el destino de estas víctimas es uno de los capítulos más oscuros de la Guerra Fría.