Los japoneses celebran ritos y ceremonias muy distintos a los de las demás naciones. Las cosas que hacen nos resultan inconcebibles y muy bien podría decirse que japón es un mundo inverso a Europa. Para los primeros occidentales que viajaron a Japón, era un universo misterioso. Se trataba de la isla de Zipando, de la que Marco Polo sólo había oído hablar, de las riquísimas tierras en cuya búsqueda había zarpado Colón. Cuando los portugueses llegaron a Japón en 1543, hallaron un país enzarzado en una guerra civil. De aquel caos emergería un samurai. Fundaría un régimen tan pujante que perduraría durante más de 250 años. Los testigos de aquel mundo nos dejaron constancia escrita de aquella era de transformaciones. Suya es la historia de una cultura floreciente, de sus rituales poéticos, y de sus luchas por el poder. Es la epopeya del establecimiento de las rutas comerciales con Europa y de su posterior aislamiento de Occidente. Éstas son las memorias del imperio secreto japonés.