El Monstruo de la Vía Láctea lleva a los espectadores a un emocionante viaje hasta un agujero negro de dimensiones masivas. Lo que comenzó como una explosión cataclísmica de estrellas en una supernova violenta se convirtió en uno de los fenómenos más misteriosos del universo: el agujero negro. Los agujeros negros son la base de todo argumento de ciencia ficción, con fantasiosos pasillos subterráneos que viajan a través del espacio y el tiempo dominando la imaginación. Nada sobrevive a estos agujeros: su fuerza gravitacional retuerce al espacio y al tiempo lo transforma en un nudo tan poderoso que ni siquiera la luz puede escapar de él; y, por lo tanto, la posibilidad de hallar un pasillo en su interior es casi nula.
¿Son los agujeros negros una extraño monstruo de la naturaleza? ¿O es que el universo oculta muchos de estos misteriosos fenómenos? 125 mil millones de galaxias conforman el universo visible para el ojo humano; casi todas las grandes galaxias albergan un agujero negro. De hecho, hasta nuestra propia Vía Láctea tiene en su interior uno enorme, de 50 millones de kilómetros de ancho, en el centro mismo de la galaxia. ¿Qué papel tienen los agujeros negros en el proceso de atracción de la materia en la enorme telaraña de gas y galaxias? Y siendo tan voraz su apetito, ¿Qué podrá evitar que uno de ellos borre un sistema solar como el nuestro por completo?