La crisis económica que ha dejado más de cinco millones de parados en España está modificando las conductas de muchas personas. Prueba de ello es que, a pesar de la recesión económica, la solidaridad no ha decrecido. El caso de Cáritas es especialmente llamativo. Atienden a más personas que nunca pero también reciben más donaciones que antes. Y, sobre todo, son muchos los que se ofrecen como voluntarios.
Situación similar se vive en otras organizaciones de ayuda. Recogía el diario ‘Hoy’ de Extremadura el caso de Cruz Roja, que ha visto aumentar el número de voluntarios desde que llegó la crisis porque, mucha gente que se ha quedado sin empleo quiere ocupar ese tiempo del que antes no disponía, en ayudar a los demás. Otra consecuencia de la crisis, es que se ha transformado el perfil del voluntario, que ahora está mucho más cualificado.
El final del dinero fácil está permitiendo que resurjan valores durante mucho tiempo olvidados. La vuelta de vacaciones, de quienes las han podido hacer, es un buen momento para plantearse alguna manera de ayudar, bien sea a través del voluntariado, o de ayudas a particulares, tanto económicas como de dedicación de tiempo y servicios.
Punto de Mira bucea en el mundo del voluntariado, la filantropía de muchos españoles que sin tener mucho quieren ayudar a los demás y denuncia el interés de algunas empresas y administraciones para aprovecharse de los voluntarios y ahorrarse dinero.
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