Dos países divididos por siglos de rivalidad y conflictos bélicos, y por 34 kilómetros de mar abierto. Era una idea radical excavar un túnel para conectarlos a 100 metros bajo el lecho marino. Se pondrían en juego miles de millones de euros y la vida de 8.000 trabajadores. Si salía bien, sería el túnel bajo el mar más largo del mundo. Pero unas terribles inundaciones, un espantoso incendio y una crisis financiera, colocaron al canal al borde del desastre desde el principio. El túnel del canal de la Mancha está considerado por los ingenieros como una de las maravillas del mundo moderno.
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