Jennifer Davis se mudó a California para cumplir su sueño de convertirse en modelo. Allí conoce a Krista Barnes, otra joven de su edad. Un día, un viejo conocido les propone pagarles un viaje a Perú, con la condición de que les traigan un paquete a la vuelta, y las chicas aceptan. Nada más llegar, ven cómo la ciudad de Lima no se parecía en nada al lugar de ensueño que su amigo les había descrito. Los amigos que las recogieron las controlaban las 24 horas del día y no les permitían salir del hotel. Pero eso no era lo peor; ninguna de las dos tenía idea del lío en el que se estaban metiendo.