Quizás nunca antes en el planeta un lugar tuvo un nombre que le retrata en toda su dimensión: en el lenguaje karachí Teberdá significa “Regalo de Dios”. A casi 500 kilómetros de Moscú en esta reserva de 85 mil hectàreas crecen más de mil variedades de diferentes plantas y animales salvajes co-existen en este ámbito natural. Su entorno es soberbiamente magnìfico y recibe cada año la visita de millares de turistas.
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